
Tan natural como saludable, juega con el factor sorpresa del huevo frito que a nadie deja indiferente. Este sandwich vegetal lo descubrí durante mi época de estudiante en Madrid. Por las tardes solíamos frecuentar el colegio mayor Isabel II, en la ciudad universitaria. La merienda era un cita ineludible y no siempre las chicas (ya que se trataba de un colegio exclusivamente femenino) eran la principal excusa para dejarse caer por el lugar. Croasant, bollos de leche, bocadillos de embutidos, pinchos de tortilla, empanadas, dulces y... la estrella de la carta: el sandwich vegetal con huevo. No había más que echar un vistazo a la plancha y ver los huevos alineados mientras crepitaban para saber la aceptación de este plato. No recuerdo ahora...