Descubrimos Sawyer's arms en una esquina de London Street (metro Lancaster Gate y Paddington) perpendicular a Sussex, una tarde plomiza de finales de mayo. Habíamos previsto cenar en un restaurante italiano en la misma manzana, pero con anterioridad optamos por tomar unas pintas. Guarda Sawyer's arms una decoración sobria y austera a la usanza de los pubs clásicos, elegante y muy diáfana, con mesas bajas y altas, cuadros con motivos campestres y una amplia barra al fondo sobre la que asoman innumerables grifos de cerveza distribuidos a modo de cañones desde la tronera, de la barra salen las escaleras que conducen a la planta superior por donde se extiende la zona restauradora. Las chicas se dedicaron a curiosear mientras Carmen y yo pedimos unas pintas.Los pubs son el refugio que los británicos tienen de expresar su derecho a reinvindicar la tradición.
Ella optó por una Johnny Smith, tan inglesa como la experta tiradora, mientras yo me decanté por una Beck alemana, rubia en sintonía con algunas parroquianas que frecuentaban el local. En la fotografía que nos hizo Carlota podéis observar por el color la diferencia de una y otra cerveza, bien tiradas, que al final es la esencia de una buena pinta. La carta (pulsa en el enlace para verla en Pdf, y si viajáis durante estas fechas y os decidís a ir a este pub podéis ver las opciones culinarias de Navidad en la foto). Los pubs londinenses incorporan hoy, como en España los mesones y tabernas, una hornada de cocineros de la nueva cocina que elaboran interesantes, sugerentes y renovados platos tradicionales de la cocina inglesa, incluso aquellos de comida rápida como el fish and chips con diferentes condimentos y salsas, elevándolos a platos de restauración.
Los cocineros londinenses han logrado superar con maestría e invención el sambenito que los tachaba de elaborar una comida insulsa y grasienta.
Tiene la carta de Sawyer's arm una rica variedad de entrantes, donde destacan los clásicos nachos con guacamole, crema agria, tomate picante y cebollinos; hamburguesas (impresionante la Glamorgan con queso cheddar, puerro y cebolla roja con crujientes migas de pan); los sandwiches (me llamó la atención el Grupa steak ciabatta, con mayonesa de rábanos picantes y cebolla caramelizada), y el asado que lanzan en reclamo como plato estrella de los domingos. En los postres no reina Isabel II sino la tarta de queso con chocolate blanco y pistachos. En fin, no tocaba ese día hacer una incursión plena en el pub, así que picamos algunos platos variados y quedamos en volver, al menos eso le dijimos a Ana, de Euskadi, quien llevaba trabajando en el Sawyer's tres meses mientras aprendía el idioma. Al dia siguiente era el de nuestro regreso a España, de camino a la estación de Paddington vimos que el pub ya estaba abierto y entendimos que algún habríamos de volver.
Plano de situación del Sawyer's arms, en Paddington.
José Carlos Ruiz




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