Al ajillo, en tomate o en arroz con setas y espárragos el conejo de campo aporta un suave sabor agreste al plato, aunque me descubro ante las excelencias de un conejo a la barbacoa, sin aditivos ni adobos, nunca se me habría ocurrido hasta que lo probé en casa de unos amigos, y os puedo asegurar que nada envidia a los manidos chuletones. En casa sólo mi hija Carlota y yo comemos conejo, el cual nos los suministra mi cuñado Javi, quien se encarga de cazarlos y enviármelos ya limpios de piel y perdigones. Todo un detalle. La elaboración al ajillo es sencilla y se incluye en el recetario tradicional de esa cocina casera que practicamos.
Ingredientes: Un conejo de campo, aceite virgen extra, ajos, perejil, vino blanco u oloroso, sal y pimienta.
Elaboración: Troceamos el conejo, salpimentamos y marcamos en una cazuela con aceite de oliva, una vez empiecen a dorarse incorporamos los ajos (por lo menos una cabeza, bien cortados en gruesas láminas o enteros y pelados). Un buen chorreón de vino blanco u oloroso nos sitúa en el ecuador de esta receta, a la que añadiremos un ramillete de perejil. Evaporado el alcohol comprobaremos el estado de dureza de la carne. Normalmente, el conejo de campo y en tamaños pequeños como éste no necesitan demasiada cocción, es una carne muy agradecida, si bien podéis usar un poco de caldo de carne o agua hasta alcanzar la cochura deseada.
3 comentarios:
El conejo no es un plato que me llene mucho, tal vez es porque de pequeña me daba pena cuando lo hacían recordaba el conejo como el típico animal bonito para jugar y no para comer.....pero vamos que de campo se que es una exquisitez y al ajillo estaraá delicioso.....
El conejo,,,,le encanta a mi Tremendo,, se lo hago al ajillo y no deja ni los huesos, asi que tomo nota de este y lo hago en breve.
Besitos cordobes
nao sou la mt amiga de coelho mas esse esta de tirar o chapéu mt apetitoso bravo bjs
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