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11 mayo 2012

Judiones con chorizo y morcilla


Este guiso de judiones, como las fabes que aromatizan los fogones asturianos, crea sana adicción.  Alcanza en su justa cochura las excelencias de un plato contundente, y aunque el calor empieza a instalarse en esta tierra sureña, ¿quíén se resiste a la cremosidad de esta legumbre? Pues eso, tocan judiones, y nada mejor para acompañarlos en esta ocasión que con chorizo y morcilla. Esta variedad de judía es oriunda de América y cuentan los libros de historia que Isabel de Farnesio, mujer de Felipe V, la hizo traer para engordar a los faisanes del Palacio real de la Granja de San Ildefonso, residencia de verano del primer borbón. Una vez cultivada en las ricas huertas palatinas, buen hacer extendido hoy día en otras zonas de Castilla y León, los judiones pasaron a la alimentación en las cocinas domésticas. Para quien no se haya atrevido con el judión, no ha de asustarle su gran calibre, pues su textura tierna, suave y cremosa desmienten tópicos. Preparad este guiso es todo un ritual y degustarlo un festín agradable y generoso. La próxima vez probaremos con puerros y bacalao, recuperando así una clásica receta segoviana.


Ingredientes: Judiones de la Granja (hoy se pueden encontrar en muchas tiendas no especializadas), aceite virgen extra, agua, chorizo, morcilla, ajos, cebolla, tomate, pimiento verde y rojo, pimentón de la Vera, laurel, sal, pimienta y unas hebras de azafrán.

Elaboración: Después de veinticuatro horas en remojo, poned los judiones con agua en una olla de presión y esperad a un primer hervor, que romperemos desechando ese agua e incorporando nueva a temperatura normal, con este proceso asustamos a esta legumbre predisponiéndola a una nueva cocción. Mientras tanto, desgrasamos los chorizos y morcilla en otra cazuela y reservamos. En la olla de presión añadimos un chorreón de aceite, dos hojas de laurel, media cebolla y tomate, un pimiento verde y medio rojo, una cabeza de ajos y unos granos de pimienta negra. Después de espumear, sacamos un poquito del caldo y hacemos una infusión con las hebras de azafrán, que añadiremos junto con el pimentón de la Vera, un toque de sal, los chorizos y las morcillas. Cerramos la olla y dejamos cocer al menos durante 45 minutos. Al abrid, rectificar el punto de sal y comprobad sin remover que los judiones están en su punto: tiernos, suaves y mantecosos. Suelo dejar reposar este guiso durante una hora antes de servir, momento de abrir unas cervecitas fresquitas y luego un vino tinto para acompañar el guiso.

4 comentarios:

María Jesús dijo...

Un plato de cuchara de lo más fantástico......es nuestra casa se comen habitualmente y no veas que buenas están reposadas de un día para otro si es que llegan......

Beth Martins dijo...

Wouw, quelle repas, très bien élaboré, vraiment fantàstique, j'adore!

Delicias Baruz dijo...

Qué pinta más deliciosa, en casa nos gustan mucho y con el chorizo y la morcilla un pecado. Un abrazo, Clara.

Trini Altea dijo...

Que buen guiso!!!

Desde ahora sigo tu blog y te visitare cada vez que pueda.

Un saludo desde Almería.

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