Tuvo que ser en un pueblito pesquero murciano donde probé por primera vez esta ensalada, caía la noche de julio en una terraza a pie del tranquilo mar de Los Nietos. Al principio me resistí, pues nunca había degustado el ajo crudo, lo más que en ese sentido podría aportar como experiencia eran esos dientes de ajo macerados durante meses en un tarro con alberquinas, sal e hinojo. Pero el color de esos tomates de las huertas del lugar incitaban a dejar aparte las primeras reticencias y, desde entonces, aprendí a degustar el ajo con su pleno sabor. Luego indagué sobre ciertos trucos para suavizar el aliento —prueba con un vaso de leche, me sugerían—, pero eso es harina de otro costal. Hay variedades de esta ensalada, pero yo sólo he probado dos, diferenciadas según la especia que usemos. No os resistáis.
Ingredientes: Tomates, un diente de ajo, aceite de oliva virgen extra, sal, pimienta o comino.
Elaboración: Picamos los tomates (bien en rodajas o en gajos), el diente de ajo bien menudo, que junto con la sal y la especia que elijamos añadiremos a los tomates. Finalmente, bañamos bien en aceite de oliva. Enfriamos en el frigorífico. Y ya está.
4 comentarios:
Très belle salade une délicieuse entrée très appétissante!
Bisous
Es probable renunciar a probar ajo crudo, pero por lo que veo ha llegado al paladar no???
Me ha gustado, el disimulo para el ajo efectivamente depende de la combinación....
Saludos y el beso ha llegado nada más encender el ordenador....jjjjj a vuelta del mismo he enviado otro que estoy segura llegará dada la eficiencia de estos aparatos....
Aquí en Asturias ya hemos hecho la PAU, espero que tu hija tenga suerte y le salga favorable, la mía ha quedado satisfecho en estos dos días.... aún queda mañana
adoro essa salada mt boa para dias de calor bjs
Olá José Carlos,
Esta salada de tomate é mesmo boa!
Simples, com um bom azeite... e pão!
Gosto muito.
Publicar un comentario