Tocaba pasta y esto siempre es un acierto. Dicen que los glúcidos vivifican el sentido del humor. Que yo sepa pocas personas menores de noventa años desafían rechazar un plato de pasta. Y si esta es casera la aceptación es casi universal. La última vez que preparé macarrones los acompañé con chorizo o salchichas aderezados con salsa de tomate casera, ocasionalmente también los elaboré con queso azul, a menudo con carne y salsa boloñesa tuvieron su momento de gloria, y muy de tarde en tarde a la carbonara, prefiriendo otro tipo de pasta para estas tres últimas ideas. Así que, con escasa confianza de innovar, abrí el frigorífico para encontrar una nueva fórmula y me encuentro con algunas setas a la plancha que me sobraron anoche y, envueltas en papel de aluminio, cuatro o cinco lonchas de bacon. Con unos ajos para darle fuerza, algo de perejil y queso para espolvorear podría montar este plato. Nunca los probé así, pero repetiría.
Ingredientes: Macarrones, aceite de oliva virgen extra, un diente de ajo, setas, bacon, perejil y queso parmesano.
Elaboración: Cocemos los macarrones en abundante agua con una pica de aceite de oliva y sal. En una sartén salteamos las setas (yo ya las tenía preparadas a la plancha), sofreímos un diente de ajo rallado y las lonchas de bacon troceadas. Una vez los hongos y bacon estén en su punto añadimos los macarrones escurridos. Espolvoreamos perejil picado y ya enmplatados aderezamos con parmesano rallado. No olvidéis tomaros una copita de vino de Rueda bien fresquito para acompañar.
2 comentarios:
Menudos macarrones tan sabrosos, llevaba un tiempo sin estar por la blogosfera y he venido a contarte que estoy con las judías verdes redondas, me gustará tomarlas hoy para comer.
Tienen una pinta deliciosa y gusta siempre. Un abrazo, Clara.
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